Existe una conexión muy arraigada entre los seres humanos y el agua, de hecho entre todo lo vivo y el agua. Se habla de cuánta agua hay en la Tierra, dónde se encuentra, qué se puede utilizar. El ciclo del agua determina en gran medida el clima, la vida y el devenir de los pueblos y las culturas. La calidad del agua guía su uso. El agua del grifo era y es una alternativa a las aguas superficiales contaminadas. Hoy en día, el mundo está inundado de agua embotellada: en gran medida sin sentido, innecesaria, perjudicial para el medio ambiente y cara. ¿Es saludable el agua que bebemos? Las exhortaciones publicitarias a vitalizar el agua y convertirla en "agua viva", enmarcadas en palabras como agua primigenia, fuerza vital, información (portadora), patrones vibratorios, calidad bioenergética, estructura cristalina, propiedades del hidrógeno, potencial energético y memoria suscitan dudas y exigen aclaraciones. Hablaremos de (el sentido y el sinsentido de) la vitalidad y del agua vitalizante. Qué es el agua y cómo se comporta: de forma diferente a lo esperado según la fisicoquímica estándar.

Pero el agua significa mucho más que la burda molécula material H2O. Desde tiempos inmemoriales, ha existido una conexión indeleble y una relación esotérica o espiritual con el agua. Esto ha tomado forma de muchas maneras en mitos, corrientes de sabiduría y religiones. ¿Subyacen las leyes cósmicas a toda la existencia y se ajusta el agua a ellas? Esa Armonía de Esferas parece ser determinados patrones matemáticos, reflejados en el agua como un plano arquetípico. El simbolismo numérico ofrece revelaciones inesperadas; se pueden encontrar patrones similares, por un lado, en monumentos históricos, en cálculos de tiempo, en pinturas, plazas y edificios extraordinarios y, por otro, en el agua. Asómbrate.